sábado, 8 de junio de 2013

Historia de vida

Mi lengua materna o L1 es el castellano. Lo aprendí en mi entorno familiar, para después lógicamente seguir aprendiendo sucesivamente en la escuela, en el instituto, en la universidad y por el contacto directo con gente cercana a mí que tienen un gran manejo de la lengua española.

He tenido acercamiento a otras lenguas, en mayor o menor medida, y en algunos casos de manera puntual. Así pues, mencionaré mi relación con el francés, el inglés, el portugués, el catalán, el chino y el aragonés, aunque no se le haya otorgado la categoría de idioma.

Ámbito Personal:


El castellano es mi idioma vehicular, en lo que yo me expreso de manera natural y cómoda, tanto oral como por escrito. Lo utilizo en todo tipo de tareas en el quehacer diario y cotidiano. Es en la lengua con la que me comunico con mi familia, con mis amigos y vecinos. Hago la compra, escucho la radio, leo carteles por la calle, anuncios, folletos, formulo preguntas si tengo una necesidad, me comunico con mi médico, en el banco al hacer una gestión, lo mismo a la hora de efectuar cualquier trámite en la administración. Sueño en castellano, me enfado y expreso mi alegría en castellano.

De niña me comunicaba en otra lengua no reconocida, pero que existía, que era una variante del aragonés. Mis abuelas y mucha gente de mi entorno empleaban una mezcla entre éste y el castellano. En aquél entonces me comunicaba con facilidad para cualquier tarea propia de una niña, con mis mayores y con mis iguales.

En francés me comunico de vez en cuando con amigas y gente francesa que conozco, generalmente de manera oral, cuando nos visitamos o por teléfono. Lo puedo hablar y entender de manera oral, también leer y escribir. Soy capaz de realizar tareas como hacer la compra, formular preguntas por la calle, entablar una conversación relajada sin una complejidad conceptual demasiado elevada.

Por mi relación con amistades y familiares catalanes, visito más o menos a menudo Cataluña. Lo entiendo, salvo alguna dificultad con cierto vocabulario o que la conversación sea muy rápida, pero no lo hablo. Lo mismo me ocurre con la escritura, lo puedo entender al leer, pero no lo escribo. En estos términos las tareas son amplias y cotidianas.

Ámbito educativo:


Toda mi educación la realicé en castellano, desde los cinco años hasta la Universidad, y continúo en otras formaciones. Las tareas pueden ser de lectura de la materia en cuestión, la realización de trabajos varios, la resolución de problemas, cuestionarios o desarrollo de temas más largos y específicos.

El francés lo empecé a estudiar en la escuela a los once años y continué en el instituto.  Estando en el instituto realicé un viaje de intercambio con una chica francesa y ese verano me sirvió para adquirir soltura, sobre todo en la expresión y comprensión oral. Mi relación con el francés ha sido muy intermitente, no llegando nunca a conseguir un buen dominio de su manejo. En estos momentos tengo el título de DELF-B1. Tengo un nivel bastante homogéneo en las cuatro competencias: expresión oral y escrita, comprensión oral y escrita, interactuando con otras personas. Mi propósito es continuar en el aprendizaje.

Hace años hice un pequeño intento de aprender inglés. Reconozco que no me gusta esta lengua, nunca he estado muy motivada, por tanto no aprendo bien. Tengo algo de vocabulario y un nivel muy elemental de gramática.

También inicié el aprendizaje del chino mandarín, pero por razones de trabajo me vi obligada a dejarlo. Las tareas que llegué a poder realizar eran muy escasas, básicamente saludar, preguntar por el nombre, conocer unos cuantos bloques de vocabulario. Es un idioma muy complicado para los occidentales, tanto por el sonido, como por la escritura.

Ámbito profesional:


El castellano es el idioma en que me relacionaba con mis jefes y con mis compañeros. Es el idioma en que realizaba las tareas propias de mi trabajo: formulaba los proyectos, daba seguimiento a la ejecución y redactaba la evaluación. Lo usaba también para relacionarme con proveedores o clientes. Indistintamente en formato oral o escrito.
En algunas ocasiones me he visto en la situación de relacionarme puntualmente con clientes de habla francesa, portuguesa o inglesa. Con el habla francesa no he tenido problemas en establecer una conversación, discutir una propuesta o responder alguna duda. En el caso del portugués lo he solventado más o menos, entre mi comprensión y la comprensión del español por parte de la otra parte, ya que afortunadamente son dos lenguas que a ambas partes nos resulta entendible la otra. En cuanto al inglés apenas puedo comunicarme, aunque sorprendentemente en alguna ocasión me descubrí identificando algunas palabras que fluyeron en mi cabeza cuando más falta me hacía.

Ámbito público:



El castellano es la lengua que uso habitualmente, pues vivo y me socializo generalmente en España, también mantengo mucho contacto con personas de habla hispana que viven en el continente americano. Soy capaz de ejecutar cualquier tarea en castellano.
En francés me manejo si lo necesito para ir de vacaciones, relacionarme con personas, puedo ir de compras, preguntar por horarios, por direcciones, hacer algunas gestiones, etc, y de alguna manera interactuar.

En inglés no puedo interactuar mucho, pero en alguna situación de emergencia me he visto, de la que he salido más o menos airosa con la ayuda de un diccionario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario